Cada 19 de noviembre, el calendario marca el Día Internacional del Hombre. Pero a diferencia de otras fechas que celebran o conmemoran, esta tiene una función mucho más cruda: visibilizar lo que rara vez se nombra. ¿Cómo están los hombres hoy? ¿Cómo se sienten? ¿Qué riesgos enfrentan y qué tan acompañados están? Más allá del ruido y los mitos, hay una serie de datos que pintan un panorama claro: ser hombre también implica vulnerabilidades que no estamos abordando.
El silencio emocional también mata
La mayoría de los hombres no se suicidan porque quieran morir. Se suicidan porque no saben cómo pedir ayuda. Algunos datos lo evidencian:
El 75% de los suicidios a nivel mundial son cometidos por varones [1].
En 2021, más de 519.000 hombres murieron por suicidio, frente a 227.000 mujeres [1].
En países como España, la tasa masculina triplica a la femenina [2].
En Argentina, solo 1 de cada 10 varones consultó a un profesional de salud mental en el último año [3].
En América Latina, los hombres acceden un 40% menos a terapia psicológica que las mujeres [4].
Esta brecha no es casual: está arraigada en décadas de mandatos culturales. Aguantarse. Ser fuerte. No hablar. No sentir. Ese modelo de masculinidad, lejos de proteger, ha enfermado. No se trata de comparar sufrimientos con las mujeres. Se trata de reconocer que los varones también están en crisis. Y que el silencio, literalmente, está costando vidas.
Padres presentes: una revolución en marcha
En paralelo, hay una buena noticia que está emergiendo desde los hogares: la paternidad está cambiando. Cada vez más hombres buscan estar presentes, involucrarse, formar parte real de la crianza. Y los datos respaldan esa transformación:
Los hijos de padres activos desarrollan mejor autoestima [5].
Muestran habilidades sociales más sanas y menos conductas de riesgo [5].
Las hijas ganan confianza y los hijos reducen comportamientos machistas [6].
En Chile, el 80% de los hombres dice querer involucrarse más en la crianza, pero solo el 30% lo logra [7].
Los padres involucrados viven hasta 4 años más [8].
Presentan mejores indicadores de salud cardiovascular [8].
Reportan mayor satisfacción emocional [9].
Criar también es sanador. Pero las barreras siguen siendo reales: horarios laborales poco flexibles, falta de licencias adecuadas, y un entorno que aún ve la paternidad como opcional.
Criar en un mundo hiperconectado
Nunca antes los chicos estuvieron tan expuestos a lo digital. Y nunca antes hubo tantos adultos desorientados al respecto. Algunos datos clave:
El 94% de niños y adolescentes en América Latina navega regularmente en internet [10].
La edad promedio para recibir un celular en la región está por debajo de los 10 años [11].
El 53% asegura que sabe más que sus padres sobre tecnología [12].
Solo 1 de cada 5 padres se siente capacitado para hablar de seguridad digital con sus hijos [13].
El problema no es que los chicos sepan mucho. El problema es que están solos. Muchos padres (y especialmente muchos varones) no se sienten preparados para hablar de estos temas: privacidad, consentimiento, redes, respeto digital. Acompañar no es vigilar. Es educar, preguntar, guiar. La brecha digital es también una brecha emocional.
El riesgo oculto: grooming y sextorsión
Las amenazas online no son teoría. Son reales. Son cotidianas:
1 de cada 3 adolescentes fue víctima de grooming: contacto de un adulto con fines sexuales [14].
El 98% de adolescentes encuestados declaró haber sufrido alguna forma de violencia sexual digital antes de los 18 [15].
La mayoría de las víctimas de sextorsión son varones adolescentes [16].
El mecanismo se ha vuelto más sofisticado: perfiles falsos, inteligencia artificial, deepfakes sexuales creados con fotos públicas [17].
Lo más alarmante: la mayoría de las víctimas no lo cuenta. Por miedo. Por vergüenza. Por falta de confianza. Necesitan adultos que no castiguen, sino que escuchen. Que no minimicen, sino que actúen.
Ahí también hace falta una nueva paternidad. No reactiva. No basada en el castigo. Sino en la escucha, la contención y la educación afectiva.
Escuchar los datos es cuidar mejor
El Día del Hombre no es un festejo. Es una advertencia. Es una oportunidad para cambiar el foco, para incomodarnos y, sobre todo, para actuar.
Detrás de cada cifra hay una historia. Un padre agotado. Un adolescente en riesgo. Un niño que necesita más guía que Wi-Fi. Y un hombre que quizá nunca aprendió a pedir ayuda, pero que puede aprender.
Escuchar los datos es criar mejor. Cuidar mejor. Estar mejor. Y para eso, este 19 de noviembre, vale la pena mirar distinto.
Referencias
[1] World Health Organization, "Suicide worldwide in 2019," 2021.
[2] Instituto Nacional de Estadística (España), "Defunciones por causa de muerte 2021," INE, 2022.
[3] Ministerio de Salud de la Nación (Argentina), "Informe Nacional sobre Salud Mental," 2022.
[4] CEPAL, "La salud mental de los hombres en América Latina," 2021.
[5] Sarkadi et al., "Fathers’ involvement and children’s developmental outcomes: a systematic review of longitudinal studies," Acta Paediatrica, vol. 97, no. 2, pp. 153–158, 2008.
[6] UNICEF Chile, "Paternidades presentes: beneficios para el desarrollo infantil," 2020.
[7] Fundación Chile Crece Contigo, "Estudio sobre participación masculina en la crianza," 2022.
[8] Harvard Medical School, "Fatherhood and men’s health," Harvard Health Publishing, 2020.
[9] Lamb, M.E., "The Role of the Father in Child Development," Wiley, 2010.
[10] UNICEF, "Niñez y adolescencia en la era digital en América Latina," 2022.
[11] Common Sense Media, "The Common Sense Census: Media Use by Tweens and Teens," 2021.
[12] EU Kids Online, "Children’s use of online technologies in Europe," 2020.
[13] Save the Children, "Educación digital y acompañamiento parental," 2021.
[14] ECPAT International, "Explorando el grooming: perspectivas globales," 2022.
[15] INJUVE (España), "Violencia digital en adolescentes: estudio nacional," 2023.
[16] National Center for Missing & Exploited Children, "Sextortion Trends Report," 2022.
[17] Wired, "The Rise of AI Sextortion and Deepfake Porn," 2023.






