Apple marca este 2025 el hito de 40 años desarrollando tecnologías de asistencia, y para celebrarlo lanza el cortometraje musical “I’m not remarkable” (“No soy extraordinario”) justo en la antesala del Día Internacional de las Personas con Discapacidad
Dirigido por la ganadora del Emmy Kim Gehrig, la misma detrás del spot “The Greatest”, el anuncio abandona el tono solemne típico y se centra en la vida universitaria cotidiana: ir a clases, perderse en el campus, estudiar en dormitorios, socializar, ir a fiestas. Todo interpretado por un reparto de estudiantes sordos y con distintas discapacidades, y acompañado de una canción original producida por Tim Michin.
El mensaje de fondo es claro:
La accesibilidad no es un “traje de superhéroe”, sino una capa silenciosa que hace posible la normalidad.
La campaña: un musical contra el “inspiration porn”
La pieza muestra a estudiantes con discapacidad cantando “I’m not remarkable” en un campus, mientras usan funciones de accesibilidad de iPhone, iPad, Mac y Apple Watch para moverse, estudiar y relacionarse.
Varios medios señalan que el anuncio se burla suavemente del llamado “inspiration porn”, ese tipo de contenido donde la vida de personas con discapacidad se explota como historia motivacional para el resto, algo que muchos activistas consideran abiertamente capacitista.
En el spot aparece una idea incómoda pero muy necesaria: las personas con discapacidad no están en el mundo para inspirar a los demás, sino para estudiar, trabajar, amar y equivocarse igual que cualquier estudiante.
Qué herramientas de accesibilidad de Apple aparecen en el anuncio
La campaña funciona como una vitrina emocional para mostrar funciones reales de accesibilidad que Apple ha ido construyendo durante décadas. En el cortometraje se pueden identificar varias líneas claras.
Accesibilidad para la visión
En distintas escenas se muestran estudiantes con baja visión o ceguera que usan herramientas como:
VoiceOver, el lector de pantalla integrado que describe en voz alta lo que hay en pantalla, disponible en iPhone, iPad, Mac, Apple Watch e incluso en Vision Pro.
Lupa / Magnifier, que convierte la cámara en una lupa digital para leer carteles, libros o diapositivas a distancia, con controles de contraste, zoom y filtros.
Modos de lectura simplificada, pensados para personas con dislexia o baja visión, que ajustan tipografía, espaciado y colores.
En el video, esto se traduce en escenas donde un estudiante usa la Lupa para leer señalética en el campus o seguir una presentación, o donde VoiceOver le guía por pasillos y escaleras.

Accesibilidad para audición
La campaña también ilustra cómo la marca trabaja con personas sordas o con hipoacusia, mostrando funciones como:
Subtítulos en tiempo real (Live Captions), también en Apple Watch, para seguir conversaciones en clases, videollamadas o charlas improvisadas en el campus.
Live Listen, donde el iPhone actúa como micrófono remoto que envía audio a audífonos o AirPods.
Reconocimiento de sonidos importantes, capaz de detectar alarmas, timbres o incluso el propio nombre de la persona y enviar notificaciones.
En el anuncio se ven estudiantes siguiendo conversaciones con subtítulos y otros recibiendo avisos cuando los llaman o suena algún sonido relevante.
Accesibilidad para movilidad y motricidad fina
El cortometraje muestra varias formas de interacción alternativa para quienes no pueden o no quieren usar la pantalla táctil de forma tradicional:
AssistiveTouch en Apple Watch y iPad, que permite controlar el dispositivo sin tocar la pantalla, con gestos de la mano o del brazo.
Switch Control y seguimiento ocular (Eye Tracking), para navegar por la interfaz usando pulsadores externos o la mirada, algo clave para personas con movilidad muy reducida.
Uso creativo del Apple Pencil, como la escena donde una estudiante dibuja en el iPad sosteniendo el lápiz entre los dedos del pie.
Aquí la campaña hace algo muy potente: no se centra en “qué duro es”, sino en qué tan natural puede ser participar en la misma clase de dibujo, pero con otra forma de agarrar el lápiz.
Lenguaje, comunicación y nuevas funciones
Aunque no todo aparece de manera explícita en el spot, la campaña se enmarca en un catálogo más amplio de funciones que Apple ha anunciado como parte de estos cuarenta años de accesibilidad:
Personal Voice y Live Speech, pensadas para personas en riesgo de perder el habla, permiten crear una voz sintética propia y usarla luego para comunicarse.
Braille Access, que convierte iPhone, iPad, Mac y Vision Pro en un bloc de notas braille completo, con soporte para archivos braille y matemáticas en código Nemeth.
Music Haptics, que transforma la música en patrones hápticos para personas sordas o con hipoacusia.
La campaña es, en el fondo, un escaparate narrativo de una estrategia técnica mucho más amplia.
Cuarenta años de accesibilidad: trayectoria real más allá del marketing
En sus comunicados recientes, Apple habla de “cuarenta años de innovación en accesibilidad” y presenta nuevos bloques de funciones: etiquetas de accesibilidad en el App Store, Magnifier para Mac, Braille Access, modos de lectura accesibles, mejoras en Live Listen, herramientas como Personal Voice, ayudas para mareos en vehículos, Eye Tracking, Head Tracking y hasta soporte para interfaces cerebro–computador en colaboración con equipos de investigación.
La idea que repiten es que la accesibilidad es “parte del ADN de Apple”, no un añadido cosmético. Los equipos de hardware, software y servicios deberían diseñar pensando desde el inicio en personas con discapacidad, no al final del proceso, como un parche.
La campaña “I’m not remarkable” se suma así a una línea de piezas anteriores como “The Greatest”, centrada en personas que usan VoiceOver, Voice Control o Reconocimiento de Sonidos en su vida diaria; “The Lost Voice”, narrado por Taika Waititi; “The Relay”, con atletas paralímpicos; o minidocumentales sobre personas con Parkinson y otras condiciones.
En conjunto, Apple intenta construir una narrativa de largo plazo: la tecnología como herramienta de autonomía, no como milagro puntual.
Las críticas: accesibilidad más allá del spot
Ninguna campaña de una gran tecnológica llega sin preguntas incómodas. En torno a Apple y la accesibilidad aparecen varios ejes de crítica que vale la pena considerar.
¿Puede una marca escapar del “inspiration porn”?
Aunque el anuncio se burla explícitamente del contenido que explota la discapacidad para generar clics o lágrimas, distintas voces en la comunidad señalan que no basta con reírse del problema si la industria en general sigue premiando ese tipo de narrativa.
La línea es muy fina: por un lado, Apple da visibilidad a actores y actrices con discapacidad en un contexto donde siguen infrarrepresentados. Por otro, sigue siendo un anuncio de marca, con todos los riesgos de instrumentalizar esas historias para reforzar la imagen corporativa.
Accesibilidad técnica vs accesibilidad económica
Periodistas especializados en accesibilidad vienen recordando otra tensión: los productos de Apple son caros, y cualquier subida de precios golpea de forma desproporcionada a las personas con discapacidad, que suelen tener menos ingresos y, a la vez, dependen más de estos dispositivos por su robusto catálogo de funciones accesibles.
En otras palabras: Apple puede ser el “estándar oro” en accesibilidad móvil, pero si el iPhone o el Mac se vuelven inalcanzables, la tecnología que habilita la autonomía queda fuera del alcance de muchos.
Obsolescencia y soporte a largo plazo
Investigaciones académicas sobre reutilización de dispositivos “vintage” de la marca muestran que, con el tiempo, cada vez menos aplicaciones modernas siguen siendo descargables o funcionales en esos equipos, aunque el hardware todavía funcione aceptablemente.
Eso, leído desde la accesibilidad, es claro: las nuevas funciones suelen llegar con las últimas versiones de iOS, iPadOS o macOS, pero no todos pueden renovar su dispositivo cada pocos años. El resultado es que usuarios con discapacidad pueden quedar atrapados en versiones antiguas que ya no reciben mejoras cruciales ni parches de seguridad.
Aquí la conversación deja de ser puramente de diseño de interfaz y pasa a ser estructural: precios, políticas de soporte, vida útil real de los dispositivos, programas de recambio y reutilización.
Qué significa todo esto para familias, docentes y crianza digital
Desde la mirada de crianza y educación, la campaña deja varias pistas que podemos aterrizar en casa y en el aula.
La accesibilidad no es un extra, es parte del equipamiento básico. Si estás eligiendo un dispositivo para un hijo o estudiante con discapacidad (o con sospecha de TDAH, dislexia, baja visión, hipoacusia, autismo), revisar las funciones de accesibilidad debería ser tan importante como comparar cámara o almacenamiento.
La autonomía importa más que la etiqueta “genio” o “héroe”. El mensaje “no soy extraordinario” puede ser un excelente punto de partida para hablar con niños y adolescentes sobre por qué no es sanador poner a compañeros con discapacidad en un pedestal solo por existir, y por qué el foco debería estar en eliminar barreras, no en exigir heroicidad diaria.
La accesibilidad también es prevención. Funciones como los subtítulos en tiempo real, el reconocimiento de sonidos o los patrones hápticos asociados a la música no son solo comodidades, sino herramientas que pueden reducir riesgos en el entorno escolar, en el transporte o en casa.
La conversación no termina en Apple. Es sano que familias y educadores aprovechen estas campañas para preguntar qué hacen las escuelas y universidades de su entorno para garantizar accesibilidad real, y para exigir que apps educativas, plataformas de tareas y contenidos digitales estén alineados con buenas prácticas.
Cómo aprovechar hoy la accesibilidad de Apple en casa y en el aula
Hay varios pasos concretos que se pueden aplicar ya, sin necesidad de comprar nada nuevo:
Explorar con calma el menú de accesibilidad en Ajustes o Configuración de iPhone, iPad, Mac y Apple Watch, probando uno por uno lectores de pantalla, tamaño de texto, contraste, subtítulos, comandos de voz, atajos de accesibilidad y accesos rápidos desde el botón lateral.
Configurar perfiles personalizados para niños, con Apple IDs y opciones de accesibilidad adaptadas a cada uno: texto grande y lectura simplificada para quien se frustra con bloques densos, subtítulos siempre activos para quien necesita apoyo auditivo, o accesos directos a apps de comunicación aumentativa.
Combinar accesibilidad con bienestar digital. Las funciones accesibles pueden convivir con los ajustes de Tiempo en Pantalla y En Familia para limitar notificaciones irrelevantes, reducir ruido visual y favorecer que el dispositivo se use para leer, crear y aprender, no solo para desplazarse sin fin por redes sociales.
Formarse como adulto acompañante. Además de la documentación oficial, hay talleres, sesiones en tiendas y recursos comunitarios sobre accesibilidad. Docentes y familias pueden apoyarse en ellos para entender mejor las herramientas y no depender únicamente de la curiosidad del estudiante.
El dato
La frase más importante de la campaña no es el “Designed for every student” del cierre, sino el propio título: “I’m not remarkable”. Cuando las tecnologías de accesibilidad funcionan de verdad, lo extraordinario desaparece: solo queda una estudiante más, cruzando el campus con prisa porque llega tarde a clases.
Para las familias y educadores, el desafío es claro: no se trata solo de aplaudir el anuncio, sino de preguntarnos qué tan accesible es, en la práctica, el ecosistema digital que ofrecemos a niños, niñas y adolescentes.






