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6 de cada 10 niños hablan con desconocidos en Internet
El informe que todo padre debe leer sobre grooming, sexting y riesgos digitales. ¿Sabes qué ven, con quién hablan y qué retos enfrentan tus hijos online?
El dato que no te deja dormir tranquilo… y tampoco deberías ignorarlo
Un relevamiento en 14 países y más de 28.000 encuestas revela que la infancia latinoamericana navega sola en un ecosistema digital sin salvaguardas.
Una tarde cualquiera, tu hijo entra a su habitación, prende la consola, se pone los audífonos y comienza a jugar. Parece concentrado. Lo escuchas reír. Lo ves feliz. Pero también lo escuchas hablar con alguien. ¿Quién está del otro lado? ¿Es otro niño? ¿Es alguien real? ¿Lo conoces?
En el último informe de la Red Grooming LATAM, realizado con más de 28.000 niñas, niños y adolescentes en 14 países de América Latina, hay un dato que sacude como bofetada:
6 de cada 10 niños y adolescentes han hablado con desconocidos por redes sociales o juegos online.

Y no estamos hablando de una conversación inocente de “hola, ¿de qué país eres?”. Hablamos de vínculos digitales sin mediación, sin contexto, sin reglas claras. En muchos casos, sin adultos enterados.
La pregunta es: ¿y si quien está del otro lado no es otro niño, sino un adulto con malas intenciones?
Este informe no es un simple documento técnico. Es un mapa urgente del mundo digital donde crecen nuestros hijos.
Un mundo hiperconectado, sin suficientes señales de advertencia, en el que ellos aprenden solos a navegar.
Y muchas veces, con un riesgo que ni siquiera saben nombrar.
¿Sabías que el 70% de los niños y adolescentes en la región no sabe qué es el grooming?
En Te Dejo el Dato nos tomamos esto en serio. Porque educar en lo digital no es una opción futura: es una responsabilidad urgente.
Este artículo no busca sembrar miedo, sino abrir los ojos.
Vamos a recorrer juntos, con datos y con calidez, lo que revela el informe 2024–2025 sobre el vínculo entre infancias y tecnología.
Vamos a hablar de celulares, videojuegos, redes, IA, imágenes falsas, noviazgos digitales y exposición a contenido sexual. Pero, sobre todo, vamos a hablar de presencia adulta, de acompañamiento real, y de lo mucho que todavía podemos hacer como madres, padres y cuidadores.
Porque detrás de cada pantalla hay un niño.
Y detrás de cada niño, debería haber un adulto que no suelta la mano.
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Primer celular, muchas puertas abiertas: ¿a qué edad se conectan los niños?
A veces creemos que darles un celular es como darles una linterna: para que estén seguros, para que nos puedan llamar, para que no estén “incomunicados”. Pero esa linterna también puede apuntar hacia caminos que ni ellos ni nosotros estamos preparados para recorrer.
El informe de Grooming LATAM revela algo que muchos padres intuimos, pero no siempre dimensionamos:
📱 El 28% de los niños y niñas en América Latina accede a su primer celular antes de los 9 años.
Eso quiere decir que muchos niños comienzan a explorar Internet antes de que hayan aprendido a multiplicar o a diferenciar una noticia verdadera de una falsa.
Y si sumamos los que lo hacen entre los 9 y los 13 —la franja más vulnerable según el estudio— tenemos una generación que navega sin brújula ni acompañamiento real.
El dispositivo no es el problema.
Lo preocupante es que, muchas veces, es entregado sin conversación previa, sin reglas, sin guías, sin herramientas. Y a partir de allí, se abre un mundo de estímulos, plataformas, notificaciones y personas —con buenas y malas intenciones— que empiezan a formar parte de la vida digital de nuestros hijos.
⏳ ¿Cuánto tiempo pasan frente a una pantalla?
La mayoría de niños y adolescentes en la región se conecta entre 3 y 6 horas diarias.
Un grupo considerable pasa más de 6 horas al día frente a un dispositivo.
Solo una minoría tiene un uso inferior a 3 horas, generalmente en hogares con mayor control o menor acceso digital.

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Hablamos de niños que pasan el equivalente a un turno escolar completo conectado cada día, muchas veces sin supervisión, expuestos a contenidos no aptos para su edad o simplemente privados del descanso, el juego real y la conexión emocional con su entorno físico.
Y no se trata de eliminar las pantallas.
Se trata de estar ahí cuando ellos las encienden.
De no reemplazar nuestra presencia por un dispositivo.
De entender que una infancia con acceso a Internet no es una infancia protegida si no hay conversación, acompañamiento y límites afectivos.
TikTok, Free Fire y Discord: lo que hacen tus hijos cuando crees que solo están “jugando”

Una de las frases que más escuchamos cuando hablamos con padres y madres es:
“Está en el celular, pero tranquilo, solo está jugando.”
¿Solo?
¿Tranquilo?
El informe de Grooming LATAM deja claro que las apps y videojuegos más populares entre niñas, niños y adolescentes no son solo espacios de entretenimiento, sino también escenarios de riesgo.

📱 Las 10 aplicaciones más utilizadas por menores en América Latina:

WhatsApp
TikTok
YouTube
Instagram
Facebook
Snapchat
Roblox
Discord
Messenger
Telegram
Detrás de estos íconos de colores hay algo más que entretenimiento:
TikTok y Snapchat presentan contenidos adictivos y desregulados, con retos virales, mensajes privados y exposición constante.
Discord y Roblox, aunque parecen inofensivos, son entornos con salas públicas donde se habla con extraños, se comparten enlaces o incluso imágenes, sin moderación efectiva.
Instagram y YouTube se han convertido en escenarios de comparación, exposición corporal, búsqueda de likes y, en muchos casos, contacto directo con desconocidos.
📌 Estas plataformas no fueron diseñadas para la infancia. Y, sin embargo, hoy son los espacios donde nuestros hijos construyen parte de su identidad.

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¿Y los juegos? Son mucho más que juegos
Top 10 juegos más mencionados en la región:
Free Fire
Roblox
Minecraft
Call of Duty
FIFA
Among Us
Clash Royale
Fortnite
PUBG
Brawl Stars

En estos mundos virtuales:
Se compite, se coopera, se chatea, se conocen nuevas personas.
Muchos de estos juegos son multijugador en tiempo real, con mensajes de voz o chat, y sin filtros efectivos de edad.
Free Fire y Call of Duty, por ejemplo, son juegos con violencia explícita recomendados para mayores de edad… y sin embargo, están entre los favoritos de los niños de 9 a 13 años.
No se trata de demonizar los videojuegos. Pero sí de entender que:
Muchos adultos no saben con quién están hablando sus hijos dentro del juego.
No hay una mediación suficiente en entornos donde las reglas de seguridad digital aún no alcanzan.
“El juego no es el problema. El abandono digital de los adultos sí lo es.”
El gran desafío es mirar más allá del ícono de la app o del avatar del juego.
Preguntarnos:
¿Qué ve mi hijo cuando se conecta?
¿Quién le habla?
¿Qué cree que está bien o normal en ese espacio digital?
Porque cuando entendemos que el juego y la red social son su nuevo patio del recreo, también entendemos que nuestro rol como adultos no puede quedarse fuera de ese escenario.
¿Quién es su “novio virtual”?
Cuando el riesgo se disfraza de cariño en chats y videojuegos
“Es solo una amistad online.”
“Es un niño que conocí jugando Roblox.”
“Es mi novio, pero solo hablamos por Discord.”
Frases como estas pueden parecer inofensivas.
Pero cuando vienen de una niña o un niño de 10 años, y del otro lado de la pantalla no sabemos quién está, ya no hablamos de juego.
Hablamos de una alerta.
El informe Grooming LATAM confirma lo que muchos padres aún desconocen:
💔 Una proporción significativa de niñas, niños y adolescentes ha recibido propuestas de noviazgo mientras jugaba en línea. Y no, no siempre provienen de pares de su misma edad. A veces, ni siquiera son niños.

Este tipo de contacto digital —que al principio parece simpático, amistoso o hasta romántico— es una de las estrategias más comunes de los adultos que ejercen grooming.
Se llama engagement afectivo: generar cercanía emocional, confianza, cariño… para después manipular, pedir fotos íntimas, proponer encuentros o chantajear.
Y aquí viene uno de los datos más alarmantes del informe:
🚨 El 70% de los menores encuestados no sabe qué es el grooming.
Eso significa que no sabrán detectarlo cuando ocurra.
Que pueden normalizar propuestas inadecuadas, juegos incómodos o peticiones indebidas sin darse cuenta de que algo está mal.
Porque nadie les enseñó a identificarlo.
Y si no lo nombramos en casa, si no se habla de ello en la escuela, el riesgo se multiplica.
El grooming no comienza con una amenaza.
Comienza con un “hola”.
Con un “estás linda en esa foto”.
Con un “¿quieres ser mi novio virtual?”

Por eso es clave hablarles a tiempo. No desde el miedo, sino desde el acompañamiento.
Decirles:
Que tienen derecho a decir no.
Que un verdadero amigo o amiga no los hace sentir incómodos.
Que si alguien les pide guardar secreto, mostrar su cuerpo o cambiar de plataforma, deben contárnoslo sin miedo a que los regañemos.
Y a nosotros, los adultos, nos toca perder el miedo a incomodar.
Decir la palabra grooming.
Explicar que hay personas que se disfrazan de niños para hacer daño.
Recordarles, siempre, que si algo les pasa en Internet, no es su culpa.
Y que nunca están solos.
¿Saben lo que hacen o lo están aprendiendo solos?
Sexting y pornografía en la infancia: cuando el silencio adulto deja la puerta abierta
A los 13, Mariana ya había recibido tres mensajes pidiéndole una “foto linda”.
“No de la cara”, le dijeron. “No se la voy a mostrar a nadie”, prometieron.
Tenía miedo. Pero también curiosidad. Y no sabía si lo que le estaban pidiendo era normal. Nadie se lo había explicado antes.
El informe Grooming LATAM expone con crudeza una realidad muchas veces silenciada:
📸 El sexting —el envío de imágenes sexuales propias— es una práctica conocida por la mayoría de adolescentes. Y una proporción relevante ya lo ha hecho. En muchos casos, antes de los 15 años.
Y no es solo eso.
📉 La mayoría sí identifica que se trata de una práctica riesgosa… pero eso no evita que lo hagan. La presión social, la búsqueda de validación o el deseo de sentirse queridos pueden más que el miedo.
Esto es clave:
Saber qué es el sexting no significa que comprendan sus consecuencias.
Y nadie debería enfrentarse a ese dilema sin acompañamiento emocional, sin conversación abierta, sin educación crítica.
🎞️ Exposición a pornografía: la primera vez suele ser antes de lo que imaginamos
El informe también revela que: 🔞 Una parte significativa de los encuestados ha visto pornografía alguna vez.
Y las razones más frecuentes son:
Curiosidad.
Recomendación de amigos.
Enlaces engañosos o ventanas emergentes.
Presión de alguna pareja o contacto cercano.
Y aquí es donde se traza otra línea de riesgo:
Niñas y niños que no han tenido educación sexual adecuada, buscan respuestas en la pornografía.
Niñas y niños que no entienden qué es consentimiento, normalizan lo que ven en esos videos.
Niñas y niños que acceden sin querer, o por manipulación, pueden quedar expuestos al grooming o a la sextorsión.
Lo que callamos como adultos, lo terminan aprendiendo solos… o mal
Prohibir no alcanza. Silenciar, menos. Y esperar a que “sean mayores” es, en el mundo digital, llegar tarde.
Hablar con ellos no significa darles un curso técnico. Significa:
Ponerle palabras a lo que ya está pasando.
Mostrarles que pueden confiar en nosotros.
Enseñarles a respetar su cuerpo y el de los demás.
Acompañarlos a construir vínculos sanos, seguros y conscientes —también en lo digital.
“¿Con quién hablas en redes?” “¿Has escuchado algo llamado sexting?”
“¿Te han pedido fotos alguna vez que no querías mandar?”
No son preguntas incómodas. Son puertas abiertas a la protección.

Lo que nuestros hijos enfrentan y aún no saben cómo nombrar
Imagina que alguien toma la cara de tu hijo o hija, la coloca sobre el cuerpo de otra persona desnuda, y la imagen comienza a circular por WhatsApp, Discord o un grupo de la escuela. Parece una pesadilla. Pero hoy, con inteligencia artificial, ya es una realidad.
El informe Grooming LATAM documenta uno de los hallazgos más perturbadores:
🤖 Niñas, niños y adolescentes ya han sido víctimas de imágenes falsas generadas con IA, donde sus rostros fueron montados en cuerpos sexualizados o explícitos. Muchas de esas imágenes circularon en contextos escolares o redes sociales, sin que los propios adultos lo supieran.
Y no solo como víctimas:
🧪 También se detectó que un número preocupante de menores ha utilizado apps de IA para generar imágenes sexuales, ya sea por curiosidad, reto grupal o incluso con intención de burlarse de otros.
Esto plantea un dilema profundo:
Nuestros hijos e hijas tienen acceso libre a herramientas potentes y peligrosas sin entender su dimensión ética, legal o emocional.
¿Qué está fallando?
La educación digital: casi ningún programa escolar habla de IA, manipulación de imágenes o consentimiento visual.
La legislación: muchos países aún no contemplan estas prácticas como delito o forma de violencia digital.
La supervisión: padres, madres y docentes no conocen estas tecnologías ni sus implicaciones reales.
El daño no es solo reputacional. Es emocional, psicológico y, muchas veces, irreversible.
Una imagen falsa puede:
Estigmatizar.
Humillar.
Generar bullying escolar.
Convertirse en material para extorsión sexual (sextorsión).
Y lo más grave:
💬 En muchos casos, esas imágenes fueron creadas por compañeros de clase, sin medir las consecuencias.
La alfabetización en IA ya no es un lujo.
Es un derecho. Y es urgente.
Como adultos, no podemos seguir abordando el presente con herramientas del pasado.
Necesitamos hablar con nuestros hijos sobre:
La diferencia entre editar y manipular.
El consentimiento visual.
La permanencia y trazabilidad del contenido que se comparte.
Necesitamos exigir:
Leyes claras.
Educación ética en tecnología desde la primaria.
Aplicaciones con filtros y responsabilidad.
Porque la IA no es buena ni mala. Pero usada sin conciencia ni límites, puede hacer daño real a personas reales.

“Yo sé más que mi mamá”: ¿y si eso los hace más vulnerables?
Identidad digital y brecha generacional en la crianza del siglo XXI
Muchos padres nos lo han dicho con orgullo o resignación:
“Mi hijo me enseña a usar el celular.”
“Mi hija ya sabe editar videos, ¡mejor que yo!”
Y claro, es cierto: nuestras hijas e hijos navegan con soltura, dominan apps que ni conocemos, crean cuentas, memes, personajes, mundos.
Pero hay algo que la habilidad técnica no garantiza: criterio, protección y sentido crítico.
El informe de Grooming LATAM lanza tres alertas claras sobre esto:
La mayoría de niñas, niños y adolescentes desconoce qué es la identidad digital.
Creen que “saben más” que sus padres o madres sobre tecnología.
Y en consecuencia, no sienten la necesidad de pedir ayuda ni compartir lo que viven en línea.
¿Qué es identidad digital y por qué importa tanto?
Es el conjunto de datos, imágenes, publicaciones y rastros que dejamos al usar Internet.
Es cómo nos mostramos, cómo nos buscan, cómo nos recuerdan en línea.
Y es, también, cómo pueden manipularnos, etiquetarnos o extorsionarnos.
Si no enseñamos a nuestros hijos a cuidar su identidad digital:
Subestimarán el valor de su información personal.
Crearán perfiles sin pensar en las consecuencias.
Expondrán sus emociones y su imagen sin comprender que todo lo digital deja huella.
Y lo harán solos. Porque creen que nosotros no entendemos. Porque nos ven fuera del juego. Porque la brecha digital ya no es solo técnica: es emocional y educativa.

¿Qué podemos hacer como adultos?
Reconocer lo que sí saben y acompañar lo que aún no pueden ver.
Actualizarnos, sin miedo ni vergüenza, para poder estar presentes.
Conversar sobre lo que publican, lo que comparten, lo que sienten en sus mundos digitales.
Si tu hijo siente que lo miras con juicio cada vez que habla de lo que hace online, te dejará de contar. Si siente que puedes acompañarlo sin asustarte ni sermonearlo, te elegirá como guía.
Hoy, más que nunca, la crianza necesita actualizarse en clave digital. No para controlarlos, sino para no perderlos de vista.
Porque saber usar una app no es lo mismo que saber protegerse.
Y porque la idea de que “saben más que nosotros” solo es peligrosa si nosotros dejamos de aprender.
Acompañar no es controlar: es educar y proteger
Qué sí podemos hacer como madres, padres y cuidadores
Después de tantos datos duros, tal vez sientas lo que muchas familias sienten al descubrir esta realidad:
📉 culpa por no haber sabido antes
📉 miedo por lo que puede estar pasando sin que lo notemos
📉 duda de por dónde empezar
Pero aquí viene la parte más importante del artículo:
No llegas tarde. Llegas justo a tiempo.
Porque criar en el mundo digital no se trata de saberlo todo, sino de no soltarles la mano mientras aprenden.
El informe de Grooming LATAM no solo alerta, también inspira acciones concretas. Aquí algunas de las más importantes:
1. Habla con tus hijos (aunque te dé vergüenza, aunque creas que es “demasiado pronto”)
Ponle palabras a lo que ya está en su mundo: sexting, grooming, retos virales, IA.
Pregunta sin juzgar:
¿Alguna vez alguien te escribió algo raro en un juego?
¿Te han pedido fotos?
¿Sabes qué es el grooming?
Escucha más de lo que hablas. Y cuando respondas, hazlo desde el cuidado, no desde el miedo.
2. Acompaña su experiencia digital como acompañas su vida física
¿Lo dejarías solo en la calle con extraños? Entonces, tampoco lo dejes solo en un chat online.
Explícale por qué es importante no compartir datos personales, activar controles parentales, elegir juegos adecuados a su edad.
Y cuando puedas, siéntate a ver lo que juega, lo que ve, lo que crea.
Eso también es crianza.
3. Usa herramientas que te ayuden a proteger, no a espiar
Una gran aliada es GAPP, la aplicación gratuita desarrollada por Grooming Argentina que permite denunciar grooming en tiempo real, con solo presionar un botón.
Disponible en varios países de Latinoamérica, esta app ya ha salvado casos concretos.
Habla con tus hijos sobre ella. Instálala. Explícales que si sienten miedo, no están solos.
4. Conecta con otras familias y escuelas
Propón charlas en el colegio.
Comparte artículos como este.
Hablen entre adultos sobre cómo acompañar desde la familia, la escuela, la comunidad.
Nadie puede criar digitalmente en soledad.
Y cuando el mundo cambia tan rápido, lo único que nos protege es el tejido que formamos entre todos.
5. Actualízate con curiosidad y humildad
No necesitas ser un experto en ciberseguridad.
Pero sí necesitas estar lo suficientemente cerca como para que tus hijos sepan que pueden acudir a ti.
Busca información confiable.Pregunta lo que no entiendas. Haz de la crianza digital una experiencia compartida.
La solución no está en prohibir. Está en estar presentes. Porque la infancia no necesita más control. Necesita más compañía real, en todos los planos —también el digital.
el dato no es para asustar, es para actuar

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Porque detrás de cada pantalla, hay una infancia que nos necesita
Lo que acabas de leer no es ficción. Es una radiografía real de lo que viven niñas, niños y adolescentes en 14 países de América Latina. Un ecosistema digital donde:
6 de cada 10 hablan con desconocidos.
7 de cada 10 no saben qué es el grooming.
Muchos ya han practicado sexting, visto pornografía o sufrido violencia digital con IA.
Y lo más preocupante: muchos lo viven en silencio, sin entenderlo, sin nombrarlo, sin que ningún adulto lo sepa.
Pero este artículo no es para alarmarte. Es para decirte que aún estamos a tiempo. A tiempo de:
Nombrar lo que pasa.
Escuchar sin prejuicio.
Acompañar sin invadir.
Aprender con ellos y no solo sobre ellos.
Porque no se trata de demonizar la tecnología. Se trata de garantizar el derecho de niñas, niños y adolescentes a una vida digital segura, informada y respetuosa.
Como dijo el Dr. Hernán Navarro, fundador de Grooming Argentina:
“El ecosistema de Internet se ha convertido en un espacio victimizante para las infancias sin señales reales de salvaguarda. Las infancias son potencialmente víctimas las 24 horas.”
Y por eso, más que nunca, necesitamos estar ahí. Con preguntas, con presencia, con criterio. Con amor que no se desconecta.

Fuente:
Red Grooming LATAM. (2025). Informe 2024-2025: Riesgos y prácticas digitales de niñas, niños y adolescentes en América Latina. Grooming LATAM. Disponible en: https://www.groominglatam.org/wp-content/uploads/2025/05/INFORME-2024-2025-GROOMING-LATAM.pdf
Este informe fue presentado el 13 de mayo de 2025 en el Congreso de la República en Ciudad de México y se basa en 28.360 encuestas anónimas realizadas a niñas, niños y adolescentes de entre 9 y 17 años en 15 países de América Latina. El estudio revela datos preocupantes sobre la interacción de menores con desconocidos en internet, la participación en retos virales peligrosos y el desconocimiento generalizado sobre el grooming
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La crianza es un viaje lleno de aprendizajes, desafíos y momentos que nos ponen a prueba. No hay una única forma de hacerlo bien, pero sí existen herramientas que pueden hacernos el camino más claro y llevadero.
Nosotros tomamos este curso porque queríamos criar con más confianza y menos culpa, y hoy podemos decir que fue una de las mejores decisiones que hicimos como padres. No solo nos ha ayudado a comprender mejor a nuestra hija, sino que también ha transformado la forma en que nos relacionamos con ella.
💡 Ahora queremos saber de ti:
📌 ¿Cuál ha sido tu mayor desafío en la crianza?
📌 ¿Qué estrategias te han funcionado para conectar mejor con tu hijo?
📌 ¿Has pensado en formarte más en crianza respetuosa?
Déjanos tu comentario o respóndenos en nuestras redes, ¡queremos leerte! Y si crees que este curso también puede ayudarte, aquí te dejamos el enlace para que lo descubras:
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Gracias por acompañarnos en este espacio de aprendizaje y reflexión. Juntos estamos construyendo una crianza más consciente, amorosa y respetuosa. 💙
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